Para los que no conozcan estos códigos, vamos primero a presentarlos. Un código QR (Quick Response= Respuesta Rápida) es un código bidimensional, es decir, que puede almacenar información en dos dimensiones, a diferencia, por ejemplo, de otros códigos como pueden ser los de barras, que son unidimensionales. Se crearon en Japón, en la empresa Denso Wave, y su finalidad inicial era catalogar las piezas que creaban con toda su información, para lo que los códigos existentes hasta el momento eran insuficientes (bidi, midi, barras…). En Japón se utilizan muchísimo, pero en España también ha habido un gran boom estos últimos años, y cada vez los vemos más a menudo en campañas publicitarias en la calle, anuncios, periódicos y revistas, envases de comida… (Incluso en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado).
¿Cómo podemos crear un código QR?
Actualmente, existen infinidad de generadores de códigos QR, y ya los podemos crear desde nuestros ordenadores o, incluso, dispositivos móviles, nosotros utilizamos la apliación Qrafter. En ellos podemos almacenar información de diversos tipos (mensaje de texto, dirección web…), geolocalizar un punto, etc.
Crear un QR es muy sencillo: escribimos el texto, la dirección web, la ubicación , elegimos el tamaño y clicamos en «Generar». Y ya tenemos nuestro código creado. ¡Lo guardamos como imagen y listo!
¿Cómo podemos leer estos códigos?
Muy sencillo. Necesitaremos un smartphone o tableta que tenga cámara y conexión a Internet, y tener instalada una de las mil aplicaciones que existen para leer QR (Qrafter, QuickMark, QRDroid, Barcode Scanner, i-nigma…). Abrimos nuestra aplicación, apuntamos con la cámara al QR y… ¡secreto desvelado!
Y lo más importante, ¿cómo puedo utilizar estos códigos?
Aquí viene la parte más interesante, no sólo es un método sencillo y ágil para transmitir información, pudiendo implantarse como sustituto de las agendas tradicionales, sino que permite generar un tipo de actividades diferentes que enganchan al alumno, yaque el poder utilizar los móviles, normalmente «prohibidos» en los centros, lo hace más atractivo para ellos.Y esto lo tenemos que aprovechar, sin olvidar nunca que la tecnología no es el fin, sino un medio más para educar, y que siempre debe ir acompañada de una
buena metodología y de los contenidos necesarios para lograr que el alumnado consiga los objetivos deseados.
Por último me gustaría invitaros a descubrir el mensaje que se esconde en el QR del inicio del post, y que es un pequeño ejemplo de las posibilidades que ofrece esta tecnología.
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